Reseña invitado: R10

Reseña: un profesor ajeno al equipo y con experiencia en la docencia de E/LE nos ofrece su visión sobre la enseñanza.
En esta ocasión se ocupa de la Reseña la profesora María Mejías. Una de las autoras de la publicación del monográfico Twitter en la enseñanza y aprendizaje del español. Podéis ampliar la información sobre María Mejías accediendo a la pestaña de RutaEle web Autores.
Empieza un nuevo curso. Un rato antes de ir al aula, empieza el hormigueo en el estómago. Igual que la primera vez, hace casi veinte años ya. Menos intenso y durante menos tiempo…, pero hormigueo al fin y al cabo. Más de una vez me han dicho que no exagere, que ya tengo experiencia y que es más de lo mismo, pero no es cierto. Quien ha dado clases lo sabe. No hay dos grupos iguales, lo que funciona con uno, no va bien con el siguiente; y tampoco se genera la misma química entre los miembros del grupo, ni entre ellos y el docente.
Llega la hora. Respiro hondo y voy hacia la clase, con plan B —y hasta C— por lo que pudiera pasar: no funciona el ordenador o el proyector, hay demasiados alumnos o muy pocos, o cualquier otro imprevisto. Por mucha experiencia que se tenga, en cualquier momento puede surgir algo que obligue a cambiar la planificación que se lleva. Este es uno de los aspectos que más me gustan de esta profesión, ya que implica capacidad de reaccionar e improvisar. Siempre hay lugar para la sorpresa y la creatividad, lo que evita la rutina y el aburrimiento.
En la primera clase nos toca presentación —lacasitos, estrella, speed-dating…, depende de la sensación del momento, por si acaso lo llevo todo preparado— y prueba de nivel, para comprobar que los estudiantes están en el grupo que les corresponde. Cuando hemos acabado la presentación y ellos están con el test, los miro, intentando hacerme una idea de cómo son, pero lo dejo estar porque no tengo muchas dotes de psicóloga, qué le vamos a hacer, los iré calando a medida que pasen los días. Tras un pequeño cuestionario de expectativas y necesidades, damos por concluida la primera sesión. ¡Hasta la próxima clase! Ya está en marcha un curso más.
Para mí, ser profesora de ELE es experimentar sensaciones y el día en el que esto es más evidente es el primero de un curso. Hay nervios, dudas respecto a lo que he preparado y, sobre todo, muchas ganas de hacerlo bien, de conseguir motivar a los estudiantes y despertarles interés por nuestra lengua. Así que sigo formándome para estar al día en metodologías, TIC y todo lo que sea necesario: invertir clases, incorporar herramientas online, gamificar…; es decir, innovar, pero con coherencia didáctica, no porque sí. Para conseguirlo, sigo participando en cursos, congresos, etc., e intento estar en contacto online con profesores e instituciones relacionadas con el ELE a través de Twitter, blogs, Facebook, Instagram, Linkedin, etc. Iniciativas como RutaEle o twitterele, por poner algunos ejemplos, me ayudan mucho en este cometido.
Ser profesor/-a de ELE no es como preparar una receta. En cada curso cambian los ingredientes principales, los alumnos, y el resultado final es una incógnita a priori. Como profesores, debemos dar lo mejor de nosotros en cada clase, porque tenemos la suerte y la responsabilidad de poder influir en el interés que nuestros estudiantes tienen por nuestra lengua y en su concepción de nuestra cultura. Si algún día pensara que ser profesora de ELE es rutinario, lo dejaría y me dedicaría a otra cosa. Sería lo más honesto conmigo misma, porque habría perdido la motivación.
María Mejías
Profesora de ELE y Faculty Advisor
IES Abroad Barcelona
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