Lo importante
A veces en nuestra rutina profesional, en el ir y venir diario, perdemos el norte. Nos olvidamos de cual es nuestro cometido como profesores de español como lengua extranjera y no hacemos otra cosa que mirarnos el ombligo.
A veces nos salimos de la ruta marcada, esa que nos llevará sanos y salvos a la meta, y nos desviamos en busca de un Santo Grial en forma de manual, una pócima mágica que solucione todos los intercambios lingüísticos y vitales que se dan entre las cuatro paredes de nuestra aula. Y nos empecinamos, y creemos que nuestros credos metodológicos son innegociables y nos aseguran llegar a buen puerto en nuestra aventura del saber.
Volver a la senda correcta es posible. Solo se necesita poner los cinco sentidos y el alma, y darnos cuenta de qué es lo importante en nuestra profesión. Y eso no es otra cosa que nuestros alumnos. Ellos son los protagonistas del viaje y nosotros tenemos la tarea de convertir ese viaje en un capítulo inolvidable de sus vidas. Cada alumno, cada grupo, cada contexto profesional y educativo supone un nuevo reto para el que el profesor debe estar preparado. Las hojas de ruta no son universales en la enseñanza de lenguas y somos los profesores los que tenemos que adaptarnos a nuestro alumnado. Debemos servir de faro, pero no de lastre, de luz que ilumine el sendero y que despierte sensaciones. Estamos obligados a escuchar, más que a llevar la voz cantante y nuestro objetivo debería ser que cada alumno se fuera a casa con el deseo ansioso de volver a clase al día siguiente.
Hacer un alto en el camino puede servir para coger fuerzas y recuperar la orientación perdida. Una pausa reflexiva a la que invita cada cuatro meses RutaEle. Un espacio que da la bienvenida a nuevas ideas, que abre sus puertas a la innovación y a la formación continua entre el profesorado de español como lengua extranjera. Un lugar donde recordar lo que es importante.
Daniel Varo Domínguez
Mallorca, febrero 2014
